Soledad – (Reflexiones de un vecino de La
Paternal)-
-Mi
Soledad es un estado de vacío total.-Es no estar acompañado por Nada ni
Nadie.-La Soledad es estar Muerto, y cuando ya no te acompañan ni los “Ácaros”,
esos pequeños que son tus últimos amigos…y sólo hay alrededor alguna telaraña,
alguna fotografía color sepia, ó algún florerito ordinario, sucio, y vacío,
abandonado por el cuidador que ya no cuida.-Pero antes de llegar a estos
recónditos extremos, mucho antes, Soledad es no tener sentimientos propios, ni
la capacidad de percibir ó entender los ajenos.-Soledad es no demostrar cómo
necesitamos a los demás, a los prójimos ó a los que están lejos, para compartir
con ellos aunque sea la brisa, el frío, la lluvia ó el sol…Soledad es no tener
siquiera curiosidad por lo que nos rodea.-Soledad es saber leer, pero no leer,
¡a ver si la lectura nos muestra que es interesante vivir! – Soledad es tener
la biblioteca repleta de volúmenes, y no abrirlos ni ojearlos, para no molestar
a los millones de pequeños ácaros que viven entre sus páginas, ignorando
nosotros su atrevida compañía.-Soledad es estimular nuestra ignorancia, para no
tener que comprometernos, y también la de los demás, para que no nos inunden
con ridículas preguntas.-Soledad es mirar todos los días el Piano y mantenerlo
cerrado, guardando los ácaros en su interior, sin ejecutar nada en él, ni
permitir que lo toquen los demás, en vez de darle el soplo de vida que lo
animaba otrora, animándonos a todos al dejar escapar los viejos valsecitos que
nos hacían rebozar de alegría.-Soledad es tener los equipos de Audio
desconectados, para mostrar que somos dignos argentinos y vivimos encerrados y
silenciosos…Soledad es no saludar a los vecinos, a ver si creen que estamos
contentos…Soledad es no detenerse a conversar con nadie, porque “no tenemos
tiempo” para perder, y tenemos que llegar rápido a casa, para poder contemplar
fascinados los morbosos noticieros, mientras comemos contemplando los cadáveres
ajenos, acribillados por asesinos, que no son gente como nosotros! -Soledad es
la indignación que sentimos cuando nos tocan el timbre y vemos gente joven que
nos pide algo para comer, “porque no son capaces de trabajar”, como hicimos
nosotros.-Soledad es también el asco que nos produce ver chicos y chicas
hurgando entre los residuos que se llevan a la boca con inmundas manos
grasientas.-
-Soledad es ver a los cartoneros y
sentir el desprecio por esos miserables que seguramente deben ser ladrones!
–Soledad es contemplar las Villas de Emergencia con casillas de lata y madera,
llenas de mujeres embarazadas y chiquitos muertos de hambre, y percibir un
rechazo por todo lo que significan, en lugar de levantarles escuelas para
educarlos…-Soledad es querer atropellar a los negritos que pretenden
“limpiarte” el parabrisas de tu coche recién lavado, blandiendo trapos llenos
de mugre, y por supuesto, observarlos con rabia a través de los cristales bien
levantados! -¡Mi Soledad! – Mi Soledad es
querer ser cada vez “más humano”, y por lo tanto, cada vez “menos animal”.-Y
entonces seguiremos el “Modelo” que ha impuesto la Sociedad, y seremos dignos
ciudadanos, y seguiremos manteniendo a nuestros ladrones, a nuestros políticos,
a nuestras prostitutas, a nuestros desocupados, a nuestros piqueteros, a los
malos policías, a nuestros sindicalistas, pero, eso sí: con impecables
discursos que provoquen el aplauso y el griterío de la “clack”.-
-Y así seguiremos estando solos, sin
utilizar los buenos elementos provistos genéticamente por la Naturaleza, ni los
aparentes progresos de nuestra Fenotipia, verdaderamente muertos en vida,
rodeados por ordinarios floreritos de plástico, sucios y vacíos como nuestras
almas, pero, eso sí: solamente acompañados por los ácaros y otros insectos,
nuestros únicos merecidos “Compañeros”! –
-Firmado:
Julio Cesar Tagle –Dedicado a mis abuelos, a mis padres, a mis hijos y nietos,
a mi esposa, a todos los escritores, a los maestros, a todos los que cumplen
con la sociedad, a los buenos policías,
y especialmente a todos los pibes carasucias de mi País! –A los Gobernantes:
¡Que Dios los perdone! -
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